jueves, julio 16, 2009




A poco que pongamos la radio, la tele, cojamos un periódico o cliqueemos en cualquier web de información en internet, veremos que la crisis es un tema que nos inunda. Por más que nos lavemos los dientes no se nos va ese sabor de boca, siempre está ahí y los medios se encargan a diario de seguir frotando el temita para que no perdamos ese agrio sabor.

Os contaré una anécdota sobre historias particulares y curiosas de la crisis: Hace algunas semanas, después de ducharme en el gimnasio, mientras me vestía y demás, un hombre de unos cincuenta y tantos hablaba amistosamente con todo el que estaba por el vestuario. Empezó dando sus propios pronósticos de la crisis. El hombre hablaba con una autoridad y una terminología que seguramente la ministra de economía no sería capaz de seguir lo que decía. Yo estaba bastante perdido dentro de todos aquellos términos y números, pero entre líneas deduje que él pensaba que no volverían los precios de viviendas y demás a donde estaban antes hasta dentro de una década.


Los demás que estaban allí pasaban literalmente del hombre. A mí me gustó esa manera de expresarse que tenía y esa amabilidad y simpatía que irradiaba. Le dije que se veía que estaba puesto en el tema, sonrió y me respondió no con cierta falsa modestia que era economista y que hacía algunos meses un canal nacional de televisión le llamó para participar en una especie de coloquio sobre la crisis y la economía nacional y mundial. Y como vio que yo le estaba escuchando, empezó a contarme su caso particular. Por lo visto el gachón había sido promotor.


- Hemos pasado de que nos abran los bancos y los directores nos reciban con alfombra roja y ramo de rosas, a que nos miren como si fuésemos bichos raros...

...llega un momento en el que entras en una especie de ciclo en el que estás negociando por unos terrenos, en otros estás hablando con arquitectos de planos, en otros estás construyendo el edificio y en otro vendiendo pisos. Y cuando acabas con el último paso de un terreno empiezas con el primero de otro. Es un círculo. Yo empecé a ver que la cosa caía, pero estaba tan metido en el círculo que no podía salir...

...vendí hace un año un local valorado en casi millón y medio de euros por ochocientosmil. Entonces me bajé los pantalones, pero si no lo hubiese hecho me habría tenido que quedar con él...

...ahora trabajo vendiendo seguros del hogar y cosas de esas. Soy bueno, pero no gano lo suficiente como para ir pagando las letras. Y mi problema es que tengo terrenos y viviendas en varios países por valor de decenas de millones de euros, sin embargo no tengo en el bolsillo cincuenta euros en efectivo para ir a cenar con mi mujer. Éstas son las cosas de la crisis. Hay familias que salen beneficiadas, por ejemplo, aquellas en que ambos sean funcionarios. Todo es más barato ahora, y si siguen cobrando ahora dosmil, y hace dos años dosmil, es como ahora ganar casi el doble...




Me dejó perplejo. No sé hasta qué punto se tiraba del moco o decía la verdad, el caso es que la historia se me quedó en la sien y tenía que soltárosla en el lagarto, porque no nos íbamos a escapar nosotros sin hablar de la crisis.



7 comentarios:

Gema dijo...

eso de q la gente se pare a oir a otra persona sea de la crisis sea de la vida.....se esta perdiendo sólo quedamos unos pocos locos/as ajajajajaaj.....teoria de Maslow: Conforme se satisfacen las necesidades humanas más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados.

L.Rilke dijo...

Vaya frases tienes, tía!!

Esta me ha gustao tela!
:)

Luigi dijo...

Pues yo tengo otra ... "¿Tú vas al gimnasio tio?"

Es un poco largo pero me llegó el otro día y aquí os lo pego.

Es agosto, una pequeña ciudad de costa en plena temporada; cae una lluvia
torrencial hace varios días, la ciudad parece desierta.

Todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, llega un ruso
forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación.

Pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las
habitaciones.

El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con
el carnicero.

Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.

A su turno, este se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso
para animales.

El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la
prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta
ella ofrece servicios a crédito.

La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había
traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
Entrega el billete de 100€ al dueño del hotel, y liquida sus deudas.

En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las
habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete que había
dado antes, y se va de la ciudad.

Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira
el futuro con confianza!

MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS.


Saludos compañeros y visitantes de ambos blogs ...

Anónimo dijo...

jajajaj qué bueno Luigi! jajajaja

Chito dijo...

Curiosa la historia...
Quiero una caña!!

Anónimo dijo...

está bien el comentario, muy curioso, pero yo prefiero el rollo relatos, sois muy buenos en eso!

Campanilla.

Faito dijo...

Relatos está bien, pero mola mas las historias de la vida real! y no me refiero a las hitoriass de reyes. esto es vida real!

Lo del billete muy bueno eh Luigi!!!