El Sueño De Dos Tarados

Últimamente me ha dado por escribir. Era una afición que abracé por primera vez con unos doce años, creo. Fue el verano en el que acabé el colegio, meses antes de empezar el instituto. No tenía ordenador en el que escribir y con una plantilla hecha a mano en medio folio. había dibujado a rotulador unas líneas rectas paralelas colocadas a la misma distancia para ponerla debajo del folio sobre el que yo escribía, para no desviar los renglones. Un par de años después por consejo de unos amigos me presenté a un concurso de relatos cortos en el Pérez de Guzmán. Jamás me había presentado a un concurso de esos. Competía contra gente tres y cuatro años mayor que yo, que ustedes saben que con esas edades cada año es un abismo insalvable... gané el concurso. Mi ego no cabía en mí, y eso junto a los comentarios de los amigos me animaron a seguir escribiendo y a seguir presentándome a varios concursos más. Por aquella época conocí en el instituto a una compañera que a la postre fue mi amiga. Ella se mostraba experta en concursos de relatos literarios. Me pasó varias cosas suyas y pude corroborar que era realmente buena. Mucho más que yo. Pero he de decir que yo le daba un puntito de intriga a las cosas que ella no alcanzaba, y tal vez con esa sobredosis de aliño mío, fuese más comestible mi literatura infantil que la de ella. Me desafió a varios concursos y por h o por b siempre quedamos a la par. Nunca se decantó un jurado más por uno que por otro...

Mis años de facultad se correspondieron con mi calentura carnavalera, y mis literaturas eran únicamente ya de esa índole, salvo algunos deslices relatísticos. Amigos como Chito o Carmelo siempre me dijeron que se me da mucho mejor el relateo que el copleo de carnaval. No hace mucho tuve ocasión de charlar con viejas amigas, de los años en los que yo me presentaba a concursos de relatos y ganaba, y a modo de "oye, cómo te va?" me preguntaron por esos relatos que solía. Y pasada la resaca carnavalera me dije... ¿Y porqué no? Así que hoy por hoy, a petición popular, me veo escribiendo cada vez que tengo un huequecito. No podré presentarme a concurso de relato corto, porque llevo ya más de 60 páginas, pero si las musas me dan para parir una novela, tal vez me caliente la cabeza para buscarle pretendiente... aunque habrá que ver si es guapa y encuentro a algún novio que la quiera. Ustedes conocen a alguno?

De modo que si en los próximos meses me llaman al móvil y no contesto, sabrán que es porque estoy escribiendo, por favor, no reiteren su llamada, obtendrán mismo resultado. De esta manera sigo dejando pendiente ese post sobre la esclavitud a la que nos someten los celulares. Les tengo amenazados con ese post y algún día llegará, no desesperen. Mientras tanto me tienen a mí en este lagarto del desierto de internet, debido a la retirada meditativa de JC y al cameo irlandés de Chito, pero ambos volverán. Seguro que volverán.

Sean felices y escriban. No saben lo que se pierden.