miércoles, septiembre 19, 2007


Nadie dijo nunca que los cambios de rumbo fueran fáciles. Y en ello me encuentro. Desubicado al cien por cien en un mar de dudas y con una visitan pendiente a las altas estancias políticas. Cosas que tiene la vida...
Ahi estaba yo, perdido en otro mar de coches, que es málaga, donde la soledad y el deseo pasan a setenta por hora y sonando a regeton. Y hablando con Lola, la de Córdoba, la de Fernán Nuñez, una de esas personas con la que, a pesar de haber tenido un mínimo contacto, ya aprecio como si por su sangre circulara un carmesí parecido al que transita por mis venas. Cosas que tiene la vida.
A mi izquierda, a escasos tres metros, Luis, uno de los largartos de nuestro particular desierto, chateando con unos y otros. A escasos seis metros, Pedro para unos, Pedro Pablo para otros...Chico para mi. Un genio que fabrica carpetas con cartones viejos y que se enmarca en los altares de toda disciplina artística que caiga entre sus manos. Así están siendo estos dias en Málaga, inciertos, divertidos, largos y con un punto de salvaje y anárquico que simplemente me encanta. Esto no es más que una vuelta atrás, porque ahora mismo, las aguas del mediterraneo rompen una vez más en mis narices, como ya ocurriera allá en Sabinillas.
La colonia ese lugar que inevitablemente y por avatares del destino, poco a poco ha de quedar atrás. Dejando su huella, con el matiz personal de todo lo aprendido y lo vivido, pero atrás. No me queda tiempo para melancolías, sólo me queda espacio para pensar en futuro, futuro y más futuro. Un porvenir que se muestra oculto, lleno de incertidumbres y sobre todo diferente. La verdad es que no tengo ni idea de si el destino final será Granada, Málaga o Algeciras...pero lo que tengo claro es que será diferente a todo lo vivido anteriormente. Un destino, que al menos espero que sea didáctico para mi y que me enseñe a estar y vivir solito.
Vaya palabra. Soledad. Decía Chaplin (y a Eulogio se lo debo): "En la soledad hallarás tu plenitud". Y así me encuentro, rodeado por los amigos que más han sido y solo. Como la una. Pero estoy seguro de que, esto a lo que me somete ahora la vida, es por mi propio bien. Tengo la sensación de que mi propio destino está siendo aleccionador.
Si, porque no he de reconocerlo, tal vez me he venido a Málaga estos dias a huir de la soledad y no a buscar trabajo ni a reconocer el terreno. Ya se encargará el mundo de buscarme mi propio sitio.
Y como no quiero seguir divagando os diré que estoy apurando los últimos sorbos de una copa. Licor escoces + Naranja, mi favorita e indefinida mezcla. Hoy he vuelto a cenar en una cruz blanca. Hoy he vuelto a comprarme vaqueros. Hoy he vuelto a recordar mis bajas (o altísimas) pasiones con la perla de pelo ensortijado negro a la que pude amar siempre en números impares (5,7 y 9). Es lo que tiene pasear tranquilamente con Luisito por Larios. Y después de Larios, el centro comercial, homónimo, o lo que es lo mismo, el mar de hormonas y las dependientas de springfield regalándonos sonrisas de tres al cuarto, como la maldita ropa que venden.
Echo de menos hacer un botellón en la Sevillana, con Reme, con Kiki, con Anita, sin que nos importe mucho la hora...y teniendo que madrugar al dia siguiente.
¿Que cojones me tiene preparado el mundo? Yo no lo sé....¿Usted lo sabe? Pues no me lo diga, vaya a ser que jodamos la dulce circunstancia y el paladar bendito de las dudas.
Muñeco, estas vacaciones la pagan Zapatero y todos los que esteis leyendo esto y trabajando...
Chito
Pd.- Declaración de amor: "Lola, quieres casarte conmigo?"
Pd.- Marina no te enfades joe...XDDDDD

3 comentarios:

Jc dijo...

Mira q te lo he dicho veces...


PD: Ya escribiré. Lo siento.

palenq dijo...

vuelve a Málaga y no avises, que la que te puede caer. Al otro bloggero, agustín peluquero rilke, está advertido. Espero que este comentario se traduzca en birras varias en la ciudad del boquerón. Avisa a pedro.

deseada dijo...

deaj de enredarte con el futuro indeciso e impredecible que sólo ser afuturo,NO TE OLVIDAES DEL PERESENTE que pasa delante de tus narices y se pierde segundo a segundo.