jueves, diciembre 07, 2006



Diciembre no perdona y los seis grados que hacen en la calle se dejan notar. Es hora de empezar a dormir con gorrito de lana. No hace ni dos minutos que me estaba planteando hasta que punto es importante el aspecto o la apariencia física de la gente. Chemi, natural de Palos de la Frontera es amigo mio. Lo digo a gala y lo pronuncio con orgullo. Y eso que la primera vez que lo ví no terminó de calarme. No recuerdo exactamente donde ni como fue, pero si sé que como buen ser humano, tuve mis prejuicios para con él. No os imaginais el chasco que pude llevarme. Después ha resultado ser uno de los tios más íntegros que he conocido. Por eso mis manos compusieron una canción para Lucía, su hija, un bombón de criatura que, a veces, me canta cosas por la webcam.

Hace meses que le prometí un saludito por el blog, un guiño a traves de la red, pero verdaderamente mis prejuicios y su caracter tranquilo y bonachón me sirven como hilo a este comentario. Nada es lo que parece y nadie es lo que aparenta. De eso podeis estar seguros.

Nuestro aspecto físico, nuestra primera impresión...puede jugarnos malas pasadas. El estar gordo o estar fuerte no es más que eso. Estar gordo o estar fuerte. Ahora en la televisión nos hablan continuamente de como debemos estar y nos venden las soluciones para nuestros complejos creados (con el permiso de Jacinto Benavente). Ahora es la pequeña pantalla la que nos convierte en esclavos de una imagen...Que catetada...¿Me convierte mi barriguita cervecera acaso en un ser despreciable?, ¿Soy más bueno por tener más o menos masa muscular?. Sí, de acuerdo, es mucho más agradable lo otro, pero no significa que tener cierto aspecto tenga que ser motivo de una exclusión social. Al igual que me pasó con Chemi, nos daremos cuenta al cabo del tiempo, que la imagen sólo es eso imagen.

Un ejemplo, Corporación dermoestética. Una puta clínica que se dedica a estereotiparlo todo a través de los medios de comunicación. Hay que joderse... no les digo yo a ustedes por donde me paso yo todos regímenes y todas las chorradas que cuentan en sus anuncios. "Un pecho perfecto", "Una silueta envidiable", "Una piel deslumbrante"...genial...pero...¿Y los valores? ¿Y el corazón?... Se puede usted meter la clínica por su maravilloso culo operado y enterrarse los huevos de mi parte en lo que le quede de silicona para las tetas... Que asco...

Mi hermano Lirio, decidió hace unos meses moderar su consumo de cerveza y comer un poco más moderado...y se le nota...ha perdido el tio siete kilos y está mucho más fino. Yo me alegro, porque él está satisfecho...Pero saben qué? Yo sigo valorando su corazón, su personalidad y su cariño por encima de todo. Por eso no me preocupa que Carli (el chaval que sostiene el botellín en la foto) se abra otra cerveza. Él siempre será un gran tio, se beba lo que se beba y por muy gordo que esté. No señor, no cambio una buena cerveza fria y un buen plato de migas (con mucha pringue) por nada del mundo.

Nuestro aspecto físico no es lo importante...lo verdaderamente trascendental es lo que se esconde en nuestra caja...en nuestro pecho. Y ante eso, no admito discusiones. Una vez más, Maldita la tele...maldita...

Chito

Pd.- Tristemente puesta en pie, acaricias con los dedos la esperanza muerta, la torpeza y la vergüenza de este año que no fue, ese año que esperabamos tener. Y lamentas con miradas, lo que no se puede ni explicar, lo que no has guardado porque al no ser lo esperado no quisiste ni archivar, ni un solo momento, ni un segundo odiado, de este amor impuro y agotado, enfermo y delicado, pequeño y despistado que se apaga....Este amor se apaga, como se apagan los impulsos de tu amor, como terminas los mensajes que no mandas, este amor...se apaga...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie puede quitarte la razón, nos pasamos la vida buscando la belleza, los cofres mas preciosos los queremos para nosotros, porque imaginamos que esconden los más bellos tesoros. Ansiamos poseerlos y luchamos por ellos para al final darnos cuenta de que en realidad en su interior solo ocultan telarañas.
Por mi parte hace ya tiempo que deje de buscar tesoros enterrados, pues el tiempo marchita hasta las flores mas bellas y solo queda el tiesto, pero también te digo que son pocos los que miran el interior antes de comprar una caja sorpresa, aunque esos pocos serán los que consigan las mayores riquezas.

L.Rilke dijo...

Yo personalmente considero, que lógicamente, somos tan simples que vende mucho más el envase que el contenido. Pero lo que sí está claro es que una vez que has probado el contenido, si te gusta, te importa tres cojones el envase... otra prueba más de que lo que vale va por dentro...

Chito, genial canción elegiste para rematar el post...

Anónimo dijo...

COMO NO IBA A SALIR EL HOMBRE DE DIOS EN UN BLOG Q HABLARA DE ALCOHOL, AAAAAIIIIIIII Q SIEMPRE ME TIENE Q IRRITAR

Anónimo dijo...

Que de cierto, a veces juzgamos a las personas por lo que nos parecen, y eso me recuerda a Chito y sus secuaces. ¿Recuerdas los rifirrafes entre Lepe y Ronda?, la verdad es que no os podía ni ver, no me voy a disculpar por ello ya que el sentimiento era mutuo. Y ya ves, ahora añoramos aquella epoca. Bueno siempre nos quedara el alcohol. jeje