Una de las cuestiones que me ponía de peor humor cuando trabajaba en Londres era buscar el centro de una habitación para colocar sillas haciendo los "set up". ¿Dónde está la mitad?... ¿Dónde está el equilibrio? Aún hoy me da la sensación de andar corriendo escaleras arriba de la Royal Society buscando una respuesta a tan puñetera cuestión. La cosa es que en mi cabeza reverbera de seguido este asunto y hay momentos en los que me parece mentira que mi cabeza esté en sus plenas facultades. A menudo pienso que efectivamente la cordura que pudiese tener se fue a tomar por el culo hace meses. Pero mejor no. Prefiero sonreirme, mirar al tendido, plegar la muleta, respirar hondo y dar cuatro muletazos a las circunstancias vitales que a menudo me exigen soslayar mis propios sentimientos para tragar con sentencias y jurisprudencias pretéritas. Lo que en Cádiz capital vendría siendo "comurgá con ruea de molino". Esta es la historia que me pasó un buen dia: El calor de abril me llevó a quitarme el abrigo. Mi paseo por la orilla del rio duraba más de lo esperado y arreciaba el Lorenzo como queriendo perforar el respirar desacompasado de las pobres almas que a esa hora todavía buscábamos una salida: - ¿Es por aquí?- preguntaban confusos. Yo no sabía que responder. Hacía horas que daba vueltas de una punta a otra de la orilla, buscando la forma de cruzar el charco y encajarme en las tibias sombras que a esa hora ya formaban los árboles. Todos pensábamos y le dábamos vueltas al asunto. Un chavalote de unos trece años se sentó en el suelo y su quebrar la rutina fue una llamada de atención para todos. De repente alguien se había parado a pensar. Eso no estaba en los planes de ninguno de nosotros. El chaval se hizo fuerte en su posición protagonista y asumió el liderazgo. Durante cinco largos minutos estuvo pensando, mientras que el resto, casi sin darse cuenta, siguieron atónitos mirando al chico parado. No sabían que hacer ante un hermano detenido. Después de largo rato, el muchacho se desató las botas, las unió a través de sus cordones una con la otra y se las puso en el cuello. Empezó a caminar y sus congéneres tragaron saliva: -¿Vas a cruzar andando?- osó preguntar uno de ellos. El joven muchacho miró hacía atrás y se limitó a sonreir. Cruzó el rio...y todos contemplaron impávidos como consiguió la otra orilla donde la sombra de los fresnos devolvió la palidez a sus mejillas. En frente todos vieron el resultado y comenzaron como locos a desatar sus botas. Pero el rio no soportó aquella marea humana y fueron muchos los que cayeron, y murieron de pena al ver sus botas mojadas. Satisfecho, el joven pionero en cruzar el rio sonreía feliz porque tuvo que asumir un riesgo...que le llevó directamente al éxito. -Cuando cruzas el rio sin sabor a obligación y con sabor a aventura es mucho más sencillo llegar al otro lado- pensó. Los cadáveres se agolpaban en el cauce. Fueron tantos que el agua comenzó a embalsarse y empezaba a hacerse de noche. El joven prosiguió su camino rio arriba, antes de que la corriente alcanzara sus botas, secas y deterioradas. La noche se le venía encima y tenía un largo camino que recorrer. Yo salvé mi vida y desde mi orilla de casi siempre observaba con admiración a aquel valiente chavalote que consiguió alcanzar el otro lado gracias a la decisión de sus bisoños pasos. No tuve más que aplaudir mientras los cadáveres corrían rio abajo. Busqué un bancal cómodo para dormir y me tumbé bajo las estrellas...El frio de las noches de Abril me obligó a ponerme de nuevo el abrigo.
Chito
Pd.- De purísima y oro, Manolete, cuadra al toro en la plaza de Linares... La foto no es de la RS Londinense...
Es del Ceulaj, poniendo todo en su sitio otra vez... cosa que costó lo suyo...
4 comentarios:
Uno de los que iba río abajo no era el Hawking, no??
Probablemente...ese hombre iba con su silla rio abajo...Una pena...el chico prometía.
Menos mal que ese dia no estabas tú por allí y no había cerveza cerca...si no ahora estaríamos los dos en el rio muertos de la risa... llamando a la farmacia de guardia para ver si tienen pastillas para no soñar...
lo que hubiesen dado algunos por unas cangrejeras del piojito
muy buenas noche
uno del plan x
Manué...tú no me digas ni pio...que puedes presumir de cangrejeras...y no de cualesquiera...
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