miércoles, octubre 13, 2010

Una de puente, por favor



Un extraño día festivo aparecía en mitad de una semana en la que los más afortunados hicieron un puente que les regaló 4 días seguidos de descanso. El resto de los mortales a los que nos dejaron un día de trabajo colgado ahí en medio, lo echamos como buenamente pudimos, con el mal sabor de boca de tener dos lunes en una semana. Y dos domingos por la noche, pero con el alivio de saber que se trabajaba un día menos. De tal forma que el lunes a primera hora era lunes, al medio día era viernes y por la noche era sábado. No sé si me entienden, pero yo me entiendo.

Pues después del partido de los lunes, Chito se asoma a la ducha del poli y empieza a meterme prisas a mí, que vivo entre prisas de entregar trabajos y descanso cuando salgo del curro. Tras mil excusas estudiantiles de Carli para escaparse, nos montamos en el coche de los lunis y tiramos para Jimera. La del kiosco nos vendió todo lo que nos faltaba (sobre todo litronas, que ya llevábamos pero sabíamos que nos iban a faltar) y una vez en la casa Rocío no pudo contenerse a la petición de Pedro de que no cenásemos hasta que él no llegase y entre las 3 primeras cañas cayó una tortilla y algunos que otros paquetes de patatas.
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El sivarita de Pedro trajo carne de no sé cuántos animales diferentes para celebrar su vigésimo octavo cumpleaños, que el Cabeza y él mismo tuvieron a bien preparar para todos.
La sobremesa se amenizó entre un helado de caramelo con frambuesas y una batalla campal que comenzó con la monarquía y deribó con apología del arte de la muleta. Pedro sacó su cuadernillo de rubio y esgrimió la guitarra. Empezaron coplas, ideas y golpes. Mientras el Cabeza echaba cubatas como si aún trabajase en la barra del QMD apareció la del Kiosco con ganas de escuchar carnaval y con un lebrillito de uvas de la parra.

A las seis de la mañana decidí que 22 horas seguidas despierto y con intoxicación etílica, era buena hora para irme al sobre.
- Yo me acuesto ya también, muñeco. ¿A qué cuartito te vas a ir? Ya sabes que en este toca “La Cadena Ser”...
- Entonces al otro...
- Pues coge la cama grande antes de que lleguen esta gente.

Me acosté en la cama grande y creo que cuando me había metido ya en el decimo quinto sueño, aparecieron los tres hijoputas (que no los 3 tenores: Pedro, Chiqui y Cabeza) con la guitarra cantándome una sevillana que habían compuesto para la ocasión. Chiqui se preocupó de taparme bien con todas las mantas que había por la habitación, pero yo estaba tan cansado que me dio igual, y a la hora me tuve que levantar para desquitarme ropajes invernales. Les oí a lo lejos cantándoles la misma cantinela a Chito, y después a Rocío, que cada uno descansaba en una habitación.

Cuando me levanté, Rocío había recogido todo lo que estaba por medio del salón y se había ido a trabajar. Yo metí todo lo metible en el lavavajillas, recogí la cocina, preparé café y tostadas y desperté a Chito. Desayunamos mientras los cabrones se iban levantando, aún con la cantinela de la sevillana de madrugada.

Vamos a ponernos las pilas, que hemos venido a hacer fotos y no hemos hecho ni una...
¿A hacer fotos? Realmente hemos venido a desconectar y a echar unas risas todos juntos, pero...

Jugando con el obturador y el diafragma disparamos a las mayores chorradas que vimos, pretendiendo aspirar a la mejor fotografía del más merecido de los Publishers. Después pizza prefabricada y café en el guiri. Y más fotos, con conversaciones picantes, cerveza y risas por doquier...

¿Que tú te has ido al Caribe en el puente? Yo hice todo esto. Y seguro que me lo pasé mejor que tú. No hay nada como pegarse un homenaje con colegas de toda la vida, lagartos.

2 comentarios:

Chito dijo...

Ni he ido al Caribe...Ni ganas...
Lo pasé mejor tomando un cubata con unos cuantos locos y escuchando sevillanas imposibles...XDDD
Excelente narración

Gema dijo...

preciosa narración y basada en hechos reales jajajaja, la serranía tiene tesoros que sus pobladores en demasiadas ocasiones ignoran y por desgracia desconocen, lo vuestro demuestra que no hay que irse lejos para pasarselo bien y estar en el paraiso; el caribe esta bien pero no se puede comparar, porque es para conocerlo como otros tantos lugares del mundo, pero no tan maravilloso como la Serranía para vivirla....