miércoles, diciembre 09, 2009

Las ganas


Querer o no querer. Tal vez sea esa la verdadera y única cuestión que mueve el mundo o lo deja parado. Pasan 15 minutos de las tres de la mañana aquí en Londres y sentado frente a mi ordenador, de repente me viene el lagarto a la mente. Me levanto al cuarto de baño y pensando un tema me he acordado de "Al Ataque" un programa de Antena 3 a principios de los noventa dirigido por Alfonso Arús que era bueno de verdad. He pensado en la "Sole y el Mechero" y en Don Jesús Gil y me he vuelto del baño tras el tedioso proceso de escurrir con la idea única de escribir sobre don Jesús Gil y Gil. Luego he pensado que Luisito y yo ya hemos escrito suficiente sobre la mierda que escupe la tele contra nosotros. Cambio de planes.
Me pongo a pensar de nuevo y decido escribir sobre supuestos Gentlemans que dejan sus tazas vacías de café en el suelo entre sillas, lejos del alcance de aquel que las tiene que recoger. Tras una deliveración rápida conmigo mismo decido que el post puede resultar algo aburrido y que carece de interés para el que lee esto. Pero sigo en mis trece...especulo sobre temas, hago un árduo ejercicio de autocrítica temática, intento dar forma a las palabras perfectas...nada...no me sale nada que me pueda convencer. Política, cultura, experiencias, ensayos...nada me ha servido hoy...
De repente me he parado frente a una de las dos ventanas que tiene mi salón. Lewisham Way (mi calle) esta solitaria a estas horas, sólo el temblor de piernas de un negro borracho llena el escenario que me depara esta visión. Un autobús rompe el silencio cada dos minutos...El 172, el 453, el 12. Unos vienen y otros van. Y la calle y los árboles contemplan impasibles el devenir de gente. Las aceras, viejas, de adoquines rotos por el paso de los años, siguen mojadas. No recuerdo ya la última vez que vi secas las aceras. Abro la ventana y el frio de la noche se cuela en mi camiseta y mi pijama. Tardo 15 segundos en poner fin a mi refresco y en mi interior, mi cabeza sigue buscando algo que contar en el lagarto. Añoro el verano, llegar a la puerta de mi casa, tras una clausura colonial y respirar hondo ese olor a Dama de Noche y sentir el calor de una noche de verano en los brazos, desprenderme de mi mismo para fundirme con los aromas que me deja gentilemente el estío. Sentarme a fumar en la escalera de casa y ver pasar los coches por la Avenida. Extraño mucho eso justo ahora.
Y de repente, me he dicho a mi mismo casi en voz alta: "Si esto nació para contarle a la gente trivialidades sobre nuestra vida, ¿Qué coño hago aquí pensando que escribir?". Por eso he llegado a la conclusión de que hoy no tenía ganas de escribir en el lagarto. Y sin duda era un buen motivo para ponerse frente al ordenador y contarlo con pelos y señales.
Ahora, antes de irme a dormir, me hago un té...y me duermo. Y así pasan los dias...impasibles...uno detrás de otro...casi fugaces...casi eternos.
¿¿La foto?? ¿¿Quereis qué sea sincero??...La primera en blanco y negro que ha aparecido por aquí...

Chito

Pd.- Nada, hoy no hay post data...Porque os recuerdo...que hoy no hay ganas...

Añadir imagen

3 comentarios:

L.Rilke dijo...

...y al fin y al cabo es lagarto es lo que nosotros queramos...

Gema dijo...

Como dice Luis,si el lagarto es vuestro!!!podeís hacer lo que queraís en él! ademas, bueno lo mismo es mi opinión nada más; no es lo que contaís si no como lo contaís.....Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede Terencio.
PD:para que te pondrás pijama si no duermes casi nada jajajajajaj

Eva dijo...

muuuuuak