
La noche. Esa dama inquieta y fria, vestida de negro y húmedo tul. La noche es la antesala de cada renacimiento, de cada nueva aurora. La noche ha sido sin duda síntesis absoluta de todos mis amores...Y me ha gustado hasta aborrecerlo y siempre que he podido he acabado revolcado con ella en brazos de la oscuridad. Y es una confesión tan simple como cotidiana: Me encanta la noche y vivir de noche.
Y es que hace ni dos minutos que hablaba con alguien a través de internet de lo bonito que es vivir de noche. Y ciertamente es bonito...por eso me acordado de todos esos ratos que viví de noche. Por ejemplo, cuando estaba en el Institituto, aquellas noches interminables del mes de Mayo, queriendo recuperar todo lo que no habías hecho durante el curso. Medio loco entre libros y entre zappings televisivos. Noches que muchas veces no terminaban nunca, porque simplemente se iban esfumando poco a poco y cuando salías al patio para fumarte un cigarro te dabas cuenta de que el cielo se estaba pintando cada vez más añil...cada vez más azul...hasta que al final, se tornaba celeste y un intenso olor a café y tostadas te devolvía al día de la forma menos dramática posible. O aquellas noches, también eternas trabajando en un bar o una discoteca, oliendo a humo y cubatas, sirviendo a los que son esclavos de la propia noche...Y esa sensación impagable de salir a la calle y observar la luz del dia...Y otra vez el ambiente de un bar...el olor de un café...y algún que otro abuelo con los ojos absolutamente hinchados.
La noche es esa Dama. La que me regala el sosiego que necesito, la que me otorga las libertades más extremas y la que a su vez me esclaviza porque se que no puedo vivir sin ella. La noche es la luz de los bohemios y la Diosa de los que alguna vez se sintieron vampiros.
Hasta aquellas noches en tanatorios, hospitales...tuvieron su encanto. Porque a fin de cuentas, queridos lagarteros, es la luz del dia la que se enfunda un traje negro elegante cuando el sol se esconde.
Me encanta describir, pero hoy me niego en rotundo a describir a la noche. Todos la conoceis...y si nunca os habeis parado a tomar algo con ella, no os preocupeis, no tardareis en reconocerla.
Ahora mismo es de noche...y creedme que por esa sencilla razón soy consciente de lo que digo. Sólo por esa razón, porque es de noche...
Dentro de un rato amanecerá, pero no me va a importar demasiado...ella no tardará en llegar...Y a ninguna de las citas que hemos tenido ha fallado.
Chito
Pd.- Y noches de Carnaval, donde me hice inmortal repitiendo estribillos...y la noche de San Juan cuando pude quemar a mi propio Juanillo.
No hubo noche ni la habrá más hermosa que las dulces que he pasado contigo. Tú paseando tu cara bonita por esa almohada que era de los tres mientras yo susurraba en tu oreja caliente canciones de cuna. Mira si fue bonita aquella noche que desde que fue...Ya no nos mira...ni la luna.
3 comentarios:
Vaya regalo!!!esas descriptivas palabras y esa magnifica foto q lo ilustra......INADJETIVABLE!!!definitivamente este blog crea adicción sobretodo en las noches de los imsomnes y noctámbulos..... La noche es la mitad de la vida y la mejor mitad. Johann Wolfgang Von Goethe
Siempre tienes frases lapidarias para terminar...Genial!!!!
Esto es verdad revestida de poesía, despojada de rimas y métricas pero bien tocada con sus collares de detalles, sus sombreros de encanto y sus complementos literarios...
Creo que es uno de tus mejores. Cortito y brutal. Enhorabuena.
Y como yo no tengo una frase para cada traje como la amiga Gema, te diré que tal vez no pusiste en esa letra el principio más descriptivo de todas las letras...:
"Hay días que pasan cuando llegan, pero sus noches nunca pasan..."
Un abrazo.
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