
Despedidas.
Aún no hacía calor pero ya era agradable sentir una brisa suave, fresca y cálida a la vez, de esas que anuncian que se aproxima la primavera. El sol estaba fuera y olía a tierra mojada. Durante todo el camino hasta la estación del tren no se habían dirigido palabra, porque realmente no sabían qué decirse, y es que todo pesa demasiado cuando sabes que lo último que le vas a decir es "Adiós". Cuando llegaron junto al andén Juan sacó el billete de su bolsillo. María trató de contener las lágrimas. Un hombre de mediana edad que pasaba por la lado se paró junto a ellos y les habló:
- Es una despedida, ¿verdad? Se os ve en la cara. He visto cientos de personas despidiéndose en este mismo andén. No sé qué se dicen, porque procuro dejarles intimidad, pero en la cara se ve la angustia.
- ¿Trabaja usted aquí? -Preguntó María.
- Sí. Soy el limpiador de la estación. -Los dos se percataron entonces del uniforme que llevaba el hombre, quien sin mediar palabra se alejó y continuó su camino.
El tren llegó. Juan y María se abrazaron sintiendo que el corazón se les partía en dos.
- Te juro que en cuanto gane algo de dinero vuelvo. En menos de un año estaré aquí otra vez. -Ella asintió. Se volvieron a abrazar y él subió. Segundos después María se vio meciendo la mano a modo de despedida, mientras la ruidosa máquina de hierro se alejaba. Se dio la vuelta sintiendo que tenía el alma vacía, caminando hacia la calle.
Sentada en un banco una mujer mayor miraba hacia lo lejos, hacia la vía, con los ojos húmedos. El limpiador de la estación se paró junto a María de nuevo.
- ¿Qué le pasa a esa mujer?
- Le dicen "la loca de la estación". Cuentan que cuando era joven su novio se fue a trabajar y le prometió volvería pronto. Ella aún le espera.
María tragó saliva.
12 comentarios:
Demoledor...
a ver para cuando te animas tú a demoler...que te sobra peso específico para hacerlo...CABRÓN...
Un fuerte abrazo jota...
me recordó al muelle de san blas, una de las pocas canciones que en su día me hicieron llorar
saludos hermanos
Y a Penélope también recuerda...
jajajajajajaja... Es lo que le dije a Luis cuando comentamos el post Luigi...el muelle de San Blas...y eso me contestó Luis, Mariló...penélope
jajajajajajajaja
cozas que pazan
Os tengo otro preparado que no os va a recordar a nada, pero estoy esperando a que Chito se decida a dar el paso, pq lo que es JC...
Yo voy detrás de este...tengo ya uno que creo que puede resultar bueno
...autobiográfico...paradigmático...y visionario...
Comparado con este, mi relato de trenes es una basura indigna de ocuper ancho de banda alguno!jaja
Que bueno tio! Me encanta como escribes!
No te infravalores, Sobrino, que tú estás empezando y este lleva escrito ya más de ocho paquetes de folios...
Pues verás cuando te pase un pasodoble que canta una comparsa femenina que ha escrito el mismo cabrón...
Un abrazo
Evidentemente tiene ese corte del muelle de San Blas o de Penélope, pero yo lo que buscaba era ese final de "María tragó Saliva"...
Muchas gracias, Rhode,tío. Tú no desesperes que lo que dice chito de que llevo escritos más de ocho paquetes de folios es verdad... poco a poco...
Un saludo!! :)
Impresionante, me ha gustado mucho. No esperaba menos de ti. El próximo, sobre una peluquería, Agus.
un abrazo
jajajajajajajaja
qué cabrón jajajajajjaja
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