miércoles, abril 05, 2006


Ha sido el amor más sincero que he sentido jamás. Fue una historia de la que escribí un sórdido capítulo en Venecia...En la ciudad del amor por excelencia...Contaba con 17 años, corria el dia 10 de Junio de 1995 a las doce de la noche cuando en un autobus con Underground incluido salimos dirección Italia. En los ratos de desenfreno cantaba Nirvana... en los de sosiego cantaba Yolanda (de Pablo Milanés). En Roma, a la sombra de un fresno, me dejé olvidada la mochila con mi cámara de fotos, mi walkman y la mayoria de las cintas...Todavía no sabía tocar la guitarra...Pero aquel verano fue definitivo para aprender. Italia fue precioso, compré para Laura (que es su nombre) unos pendientes; eran dos ratoncitos, muy bonitos. Creo que se los di en Venecia... o en Lido de Iessolo (al lado de Venecia)... Me lo agradeció con aquel gesto que te agradecen las mujeres las cosas cuando saben que tu le estas pidiendo algo más que un simple beso de agradecimiento y con toda la compasión que ello le provocaba. No podré olvidar jamás como torció el gesto y levantó las cejas.
Luego Sienna, Pisa, Florencia, Roma, Lloret de Mar, fueron escenario de mil y una locuras, diario en mano y de más de cien lágrimas. Una noche, en Roma, mirando a Laura sentada con otro chaval, tiré una moneda a la Fontana de Trevi y le pedí a quien procediera pedir deseos en aquel maravilloso lugar que se llevara a Laura lejos de mi... Laura siendo mi mejor amiga me hacía daño.
Carrera de la Medaglia de Oro. Alli estaba el Hotel con el mismo nombre de la calle, donde una noche cumplí mi sueño... No, no...no penseis mal... Me quedé dormido sobre una blanca colcha mientras Pedro Fortes (mi genial Pedro Fortes) veia anonadado una peli de Freddy Kruger en italiano. A la mañana siguiente abrí los ojos y Laura dormía junto a mi, no se como ni porque...pero alli estaba tan silenciosa que casi no alcanzaba a escuchar su respiración. Respiré todo lo hondo y todo lo despacio que pudé y le pedí a los cielos que se parara el tiempo. Descubrí que no necesitaba mucho más para ser feliz...Tal vez si...necesitaba que aquel chico que estuvo todo el viaje a su lado se levantará y se marchara del otro lado de la cama. Aunque teniendo en cuenta que compartiamos cuarto...era dificil. Al final el revuelo en los pasillos nos despertó a todos. Alli se rompió mi sueño... Volvimos de Italia... diez dias más tarde... Recuerdo como rebentamos dos almohadas de plumas en mitad del autobús y a la altura de Córdoba más o menos tuvimos que parar y recibir la última bronca por parte de mi estimado Juan Guerrero. Mi amor duró unos años más... Durante meses no tenía otra ocupación que irme a fumar con Carmen (de su tabaco) al taller de costura... o irme con Laura a pasar las horas en su alcoba azul llena de Graffitis. Ella no se quedó en el papel de "mujer amada no correspondiente" y siempre fué algo más para mi: Me pidió que escribiera canciones y me invitó a hacerlo, me animaba a que aprendiera a tocar la guitarra bien de una vez (te estaré eternamente agradecido), me sumergió en el Carnaval (que por entonces tanto odiaba).
Tal vez ella no lo sabe, pero fue una de las personas más importantes de aquella etapa... Igual que mis amigos, igual que mis profesores, igual que mis falsos amores, igual que mi música...pero diferente...Ella era Laura y nada ni nadie podía compararsele. Sólo mi profesora Ángeles, pero era distinto...Ángeles era mi amor platónico...era la mujer con la mirada más dulce que he conocido en los dias de mi vida...Pero Laura...era Laura.
Hoy hablé con ella. Estaba triste porque habia recordado a su abuela, que murió hace justo un mes. Le he prometido escribirle algo bonito para que se animara y dejarselo en el mail...Me he puesto a pensar...y no encontré nada más bonito que nuestra propia historia. Nada más bonito que el amor no correspondido al cabo de unos años. Me imagino Londres en una de esas mañanas donde el Thamesis se hace niebla y a Laura caminando con gesto ingenuo e inocente hacia su trabajo... y por imaginar me imagino en un banco de piedra de un parque, con una sonrisa en la recamara y unos pendientes de ratón curiosamente envueltos en las manos. Como repitiendo aquella escena (al filo de un embarcadero) en un escenario diferente...Porque lo único que ha cambiado es el escenario... y la forma de querernos...El resto sigue siendo igual...Laura sigue siendo el amor más sincero que he sentido jamás y Venecia al atardecer la ciudad más bonita que puede ser contemplada...
Chito
Pd.- Si me faltaras no voy a morirme, si he de morir quiero que sea contigo. Mi soledad se siente acompañada, por eso a veces sé que necesito, tu mano, tu mano, eternamente tu mano...

2 comentarios:

Tahia dijo...

Aunque parezca mentira, después de tanto tiempo, me has conseguido emocionar profundamente. El recuerdo de aquel viaje y de aquellas experiencias que, si recuerdas, también yo viví de cerca, han removido en mí multitud de sentimientos. Has conseguido devolver a mi mente aquella habitación de hotel en la que junto a Pedro, mi querido y siempre recordado Pedro, reía ante la insolita imagen de un asesino deforme amenazando en Italiano. Y como también yo desperté junto a mi eterno amor Platónico de adolescencia. Después de muchos chicos y de mi marido, que por ahora es el gran amor de mi vida, no he podido olvidarlo. Antonio, siempre comprometido, siempre perseguido por muchas y del que nunca pude arrancar el mas leve gesto de interés por mí. Aún hoy me pregunto qué será de él y de su vida. En fín, es maravilloso mantener el contacto con las personas que lograron marcarte en tu vida, pero también es bonito poder imginar vidas maravillosas para ellos.
Te agardezco infinitamente que hayas conseguido despertarme estos sentimientos olvidados.

Chito dijo...

Flipante...Tal vez lo último que esperaba era que este post te levantara esas preciosas ampollas. Tan siquiera podía imaginar que siguieras el blog. Si, tienes toda la razón, a veces echar la vista atrás y hacer un esfuerzo vale la pena, y eso es lo que hice con Laura y con ese profundo amor. Tampoco sabía que estuvieras casada, pero vamos, felicidades Tahía.El viaje a Italia fue tan increible como nuestro bachillerato supongo. Sabes que? A veces sueño con que el tiempo vuelve atrás y hacemos de nuevo el viaje, con la misma gente, bajo la misma circunstancia...Algo imposible pero perfectamente soñable. De Antonio sé que está en Sevilla trabajando en el aeropuerto... la última vez tenía novia... Como han cambiado las cosas joder... Te has casado... Madre mía... Tengo que parar de crecer y de cumplir años...Por cierto, ayer día 14, cumplí 28, vaya tela.... Un beso Tahia... y hablame por el messenger coone...

Chito